lunes, 28 de marzo de 2011

ESCENAS DE MIEDO QUE DAN RISA


He aquí un pequeño homenaje a esos Films de miedo que tan buenos ratos me han hecho pasar. Y es que hay que entender que el cine de terror de los 80 y primeros de los 90, tenían puntos de irrisión absoluta que lo hacía un poco especial. Muertes estrafalarias, hectolitros de sangre por doquier y casquería varia han hecho las delicias de mucha gente. No podría entender el cine sin las horas de entretenimiento que me han aportado estas cintas.

Y es que señores. Hay cine que es obligatorio verlo como un ensaño intelectual, y hay otro para echarse unas risas enormes. Yo soy de la opinión que ambos dos son necesarios.

Sin más dilación, algunos de mis maravillosos recuerdos de infancia y juventud.

PHANTASMA

He aquí un ejemplo clarísimo de este cine de terror ochentero (aunque la película sea de 1979). Protagonista adolescente con cara de pringao; malo chunguele que da más cosica que otra cosa y elementos absurdos como una bola flotante que asesina. ¿Se puede pedir algo más?. Pues si; escenas tan desternillantes como la que sigue. Aquí se podría decir perfectamente la frase “Ahí va que chorrazo!!!”. Comprobamos como el futuro de las batidoras mulinex se empezaban a mostrar en todo su apogeo. 




BRAINDEAD (TU MADRE SE HA COMIDO A MI PERRO)

Antes de convertirse en un director mundialmente conocido, Peter Jackson era un gamberro neozelandés que se lo pasaba pipa realizando películas gore con humor negrísimo. Con esta “Tu madre se ha comido mi perro” obtuvo el reconocimiento del gremio y éxito sin precedentes tratándose de este tipo de películas (me acuerdo que se llegó a proyectar en el antiguo cine Fleta!!). Monos ratas, zombies devoradores de sesos, protagonista “peter” enamorado de la tía buena, familias disfuncionales,…, hacen de esta película un divertimento sin precedentes. Os dejo esta pequeña perla, con la que todavía no puedo dejar de reír.



GOLPE EN LA PEQUEÑA CHINA

¿Quién no ha querido ser Jack Burton?. Serías un camionero chuleta con un mullet auténtico. Te llevarías a las mejoras chavalas y podrías repartir estopa a ninjas de medio pelo mientras sueltas chascarrillo tras chascarrillo. El maestro Carpenter se saco de la manga una película fantástica que ha envejecido muy bien. Es la típica que te quitaba la siesta cuando emitían a las cuatro de la tarde en telecinco. Todo es bueno: ambientación, hostias, paridas mil, peleas de clanes chinos,…, y un prota que todavía no me explico cómo no ha tenido más incursiones en el mundo del cine. Dejo una muestra de algunas muertes, siendo la más descacharrante la del primo del de la “pandilla basura”.



EL EJERCITO DE LAS TINIEBLAS

Y si hablamos de directores, tengo que pararme en mi bienamado Sam Raimi. Sólo por ser el creador de la trilogía Evil death ya tiene todo mis respetos. Si antes hemos dicho que Jack Burton era un ejemplo a seguir, el personaje de Ash (Bruce Campbell) no se queda atrás, siendo un mamón integral en cada minuto. Mezcla perfecta entre humor negro con el cine de brujas y posesiones, hará las delicias de los fans del género.  Me ha sido muy difícil quedarme escoger una escena de las tres películas. Finalmente, me quedo con el final original de la tercera y último film: El ejercito de las tinieblas. Simplemente espectacular. Resume muy bien el espíritu de las películas.



SONÁMBULOS

Esta película me daba bastante yuyu cuando era pequeño. Tuve la oportunidad de volverla a visionar recientemente y…joder, que mala que es la condenada!!. El señor Stephen King debería de dedicarse exclusivamente a los libros y pasar de guiones de cine. El es un genio en descripciones largas, donde puede explayarse tanto como quiera. Pero cuando intentan (o intenta) concentrar su obra en un guión de hora y media, la cosa naufraga. Solo tenemos que comprobar como la mayoría de sus libros, cuando se han pasado al cine, han sido cagadas absolutas (líbrense de la quema, para mi gusto, Carrie y El resplandor).
¿Seres infernales mitad humanos mitad gatos que tragan almas?. Venga, va!. ¿Y a qué no sabéis que os lo único que les putea la vida?. Gatetes!!!!. Demasiado fácil, no?. Os dejo con esta perla para deleite del populacho.


GHOULIES

Si hay algo que me embelesa dentro de este tipo de cine, son esas películas donde aparecen monstruitos graciosos que en el fondo son unos cabrones de tomo y lomo. Durante unos años, esto fue un tópico muy recurrente dentro del cine de video club. De esta forma pudimos disfrutar de los Critters, Payasos del espacio, o los que ahora nos tocan, Los Ghoulies. Al igual que las grandes sagas, estos seres llegaron a tener diversas películas, las cuales nos mostraban a los pequeños galanes corriéndose aventuras mil. Daba igual quienes fueran los protas humanos; nosotros solo queríamos ver que barbaridad estaban perpetrando nuestros colegas verdosos. Aquí tenemos una de sus muchas borracheras que se pegaron en la pequeña pantalla.


GREMLINS

Y antes de despedirme, dejarme que os muestre uno de los mejores recuerdos que tengo el la infancia. Por mucho que escriba, creo que nunca podré expresar cuanto quiero a estos hijosdeputa con pintas. Simplemente, pasen y disfruten de una de las mejores escenas del típico cine comercial de los años 80.


Y eso es todo por el momento. Espero que os hayáis reído tanto como yo. Ha sido un placer poder compartir estos caramelos con vosotros. Sed buenos.

sábado, 26 de marzo de 2011

CISNE NEGRO (BLACK SWAN)




De todas las películas que hay actualmente en cartelera, Black swan era la que más me apetecía ver. Y por supuesto no me defraudó. Tengo que destacar la profunda alegría que me causó el observar la sala completamente llena para la sesión de V.O. Parece que todavía queda esperanza para que, poco a poco, esta sana costumbre se instaure definitivamente entre nosotros.

La filmina prometía bastante por diversos motivos. Un thriller paranoico con aroma al mejor de cine de maestros como Polanski y Cronenberg no es algo que se pueda degustar todos los días. Además, la vuelta al ruedo de uno de mis directores favoritos, Darren Aronofsky, era un plus añadido. Mucha gente le quiso enterrar profesionalmente con The fountain (personalmente, me pareció una historia de amor más que aceptable), pero ha demostrado que está más vivo que nunca, y que puede hacernos estremecer con historias cotidianas (The wrestler) o pegarnos a la butaca sin poder mover un músculo con ésta, su última película.

Pero sobre cualquier atracción, destaca la interpretación de su protagonista, Natalie Portman. Añadir que estar loco por sus huesos es poco decir. Si mañana llama a mi puerta y me dice “píntate de verde”, a los dos segundos estoy vestido de marciano.
La señorita Portman nos deleita con uno de los papeles más desquiciantes que hemos tenido el gusto de ver en la gran pantalla. Su búsqueda obsesiva de lo “perfecto” le llevará sin remedio a una espiral de locura en la que no podrá distinguir la realidad de lo imaginado.


Sin embargo, sería un error de bulto cargar con el 100% del éxito de la película al apabullante trabajo de la protagonista y a la mano maestra del cineasta de Brooklyn. Hay un tercer elemento que le da consistencia a todo el filme, y ese no es otro que la tsunami humano llamado Mila Kunis. Antes he comentado mi amor profundo por Natalie, pero la señorita Kunis despierta en mí (y en todo el ganado masculino de la sala, supongo) lo más perverso y primario. Ella es todo sexo, sin ningún tipo de remilgos. Nos quitamos el sombrero ante su espontaneidad y su rara naturalidad para irradiar esa permanente sensualidad

Un plot breve de Black swan sería el siguiente. Nina Sayers (Natalie Portman) es una bailarina de ballet con poca gracia de una importante compañía de New York. Realmente sería el arquetipo de concursante fake para FAMA: sabe bailar del copetín pero la pobre es más sosa que una alpargata de esparto. Siempre se siente la más débil, y ello le crea una obsesión por alcanzar la perfección en cada paso de baile.


 Un buen día, se anuncia que el director de la compañía, Thomas Leroy (¿Alguien me puede explicar quien coño propuso a Vincent Cassel para este papel??) va a realizar una representación personal del archifamoso ballet El lago de los cisnes, de Tchaikovsky. Para ello, necesitará encontrar a la nueva estrella: una bailarina capaz de mostrar la dulzura e inocencia del cisne blanco, pero también ser capaz de seducirnos bajo el papel del erótico cisne negro.

Como os podéis imaginar, la guerra entre chicas ha comenzado sin cuartel. Hay muchas en la carrera y sola una podrá alcanzar su sueño de convertirse en la reina de los cisnes. Después de varias pruebas, nuestra protagonista es la elegida contra todo pronóstico (aunque nosotros ya lo sabíamos de antemano; sino que película iba a haber!).

A partir de aquí nos adentramos en un mundo perverso, viciado y onírico. La búsqueda de la perfección por parte de Nina la convertirá en un ser inestable. A cada segundo, sus límites entre la realidad y la imaginación se harán más confusos. A medida que quiere matar a “su” frágil cisne blanco y sacar “su” oscuro cisne negro, la locura se irá apoderando de ella.


 La filmina me dejó un puñado de detalles de buen cine. Lo primero, la mano firme con que Aronofsky rueda la película. Creo que hay momentos en los que abusa de la cámara en mano. Desde que esta “técnica” alcanzase gran éxito gracias al movimiento Dogma 95, muchos son los directores que la han utilizado para lograr introducirnos de una manera más realista en la película (algunos de manera maravillosa, como la primera escena de Salvar al soldado Ryan). Sin embargo, el director peca a veces de su uso excesivo y no justificado.

A pesar de todo, esta incursión en el mundo del thriller es más que aceptable. No hay ningún momento de desfallecimiento. La película no goza de ningún agujero considerable, y nos mantenemos pegados a la butaca durante los 103 minutos de metraje.

También es de agradecer el cambio de escenario que nos oferta la película. Este cine siempre se mueve en el mundo de las mafias, detectives, presos, cacos, muertos que parecen estar vivos, etc… . Ha sido agradable experimentar como un mundo tan dulce (aparentemente) como es el del ballet, puede tener una doble cara sórdida y autodestructiva. Si algún día tengo hija, dar por seguro que lucharé a muerte para que no quiera ser danzarina de ballet.

Es interesante resaltar los FX de la película. Para ser una cinta “realista” los últimos 20 minutos de la película me parecieron canela en rama. Todo está muy bien realizado y montado. No se aprecia ningún punto chusco.


Pero ante todo, tengo que destacar el tándem Portman-Kunis. Desde Lucia y el sexo no había visto un cine tan agitado en mi vida (por supuesto, me incluyo). Las escenas en las que aparecen juntas tienen una química especial. Ambas dos son unas bestias del escenario. Solo hay que visualizar la escena del polvo lésbico entre las dos para entender como se compenetran (¿¿?¿). No hay palabras para describirlo. Es totalmente alucinante.


La Portman (como dirían en Aída) nos regala un papel para conservar durante los próximos años. La evolución de chica mojigata que vive con su madre a zorra sin escrúpulos que pisaría a su madre, bien vale el Oscar que le han dado. 

Por otro lado, Mila Kunis, que ha sido la actriz que más bruto me ha puesto en los últimos tiempos,  proyecta un rol dual entre amiga y enemiga de nuestra prota. Lo que sucede es que nunca se sabe realmente si esa maldad es producto de la imaginación de Nina o ella es realmente así. Esto le da a la película un puntito de malrollismo fantástico para la cinta. Solo por ellas dos, ya merece la pena ir a ver la película.

¿Qué es lo realmente malo de la película?. Un final realizado deprisa y corriendo. Todavía me estoy preguntado que le debió de pasar por la cabeza al director cuando quiso atacar el final del film. Después de realizar un trabajo fantástico durante una hora y media, va el tío y nos arregla todo el desaguisado en 10 minutos que se atropellan entre si y que no aportan nada al valor total de la película.
Sinceramente, hubiera preferido un final sin ninguna explicación pero que fuera acorde al espíritu de la película.


Pues ya saben señores. Si lo que quieren es pasar un rato tenso, admirar el buen hacer de un gran director, ver en acción a dos bestias pardas de la interpretación y contemplar uno de los mejores polvos rodados en los últimos años, no duden en acercarse a las salas de cine a ver Black swan.

miércoles, 16 de marzo de 2011

COWARDS BEND THE KNEE (OR THE BLUE HANDS)



Primera gafapastada del blog. Me encanta ver películas de este estilo de vez en cuando. Y si, es cierto: muchas veces, cuando ha acabado la cinta, tengo la sensación de haber malgastado vilmente mi precioso tiempo. Sin embargo, otras veces, encuentro joyitas con las que comprendo que se puede hacer un cine más allá de convencionalismos. Este es el caso de Cowards bend the knee (or the blue hands).

Vayamos por partes. Hace algunos años, buscando por la red “películas bizarras” (literalmente), encontré un comentario acerca de un film titulado Tales from the Gimli hospital. El usuario aseguraba que era una de las cosas más raras que había tenido el placer de ver en su vida, y que había que echarle mucha pitera para poder tragar con ella. ¿Se puede decir algo más para que la curiosidad me picara instantáneamente?. Yo creo que no.

A pesar de todo, seguí indagando sobre este hallazgo. Gracias a la web filmaffinity, pude conocer que el responsable de este “engendro” era un canadiense llamado Guy Maddin, el cual destaca por importarle tres cojones los formalismos actuales, y realizar películas de estética de cine mudo desde finales de los años 80 hasta hoy en día. En su obra se nota la influencia de directores consagrados como Fritz Lang o Victor Sjöström, y estilos cinematográficos varios que pulularon por los primeros años de este invento llamado cine, como el expresionismo alemán o las primeras corrientes de cine soviético (El acorazado Potemkin).



Con todo esta información, no tuve más remedio que lanzarme a la piscina, rezando para que no fuera un truño. Pero me encantó. Me pareció lo más surrealista que había visto en mi vida, pero esto no impidió que mantuviera mis ojos clavados en la pantalla todo el tiempo. Me había fascinado.
Un año y medio más tarde, de visita en París, pude comprobar como el tal Guy Maddin, no solo no era un mindundi del tres al cuarto, sino que era lo suficientemente importante para que el centro Pompidou hiciera un ciclo sobre su filmografía. Ole sus cojones toreros!.

Una vez realizadas las presentaciones, vayamos al grano. ¿Qué es Cowards bend the knee? Pues una fumada como un piano!. ¿Es aburrida?. Para nada. Aquí nos vamos a encontrar las situaciones más disparatadas que un ser humano pueda pensar (juro que aparecen cosas que no se pueden catalogar ni de anormales). 

Seremos testigos de la caída a los infiernos de nuestro protagonista Guy, tal y como sucedía en las antiguas tragedias griegas. Aquí no hay medias tintas; siempre nos presentarán el peor escenario posible dentro de una atmósfera surrealista. Por  medio, como siempre, las féminas culpables del destino de nuestro héroe. Y aunque parezca mentira, se deja ver sin complicaciones. 

La historia es la siguiente. Un jugador de hockey hielo ha ganado la copa con su equipo. En medio de la euforia aparece su “novia” diciéndole que está embarazada. ¿Cómo vamos a joder el momento de euforia?. Vayamos a abortar!. Y allí que se van los dos.

Todo parece indicar que podría ser el guión de una película de antena 3 un sábado por la tarde. Sin embargo, acabamos de abrir la caja de Pandora, y aquí empieza el desvarío. Se van a abortar a una peluquería!!!!. Qué por la noche es un puticlub!!!. Claaaaaaaaaro. Y el doctor de la operación es el médico del equipo, el cual le gusta operar con un vestido que parece una cortina de ducha. Qué más podemos pedir.

Como se puede observar, la clínica tiene menos seguridad que si la regentara el doctor Nick Riviera, por lo tanto el destino de la chica es más que claro.
Sin embargo, nuestro joven galán no pierde el tiempo. Durante la operación de su novia, se enamora de la ayudante del doctor, que para mas inri es la hija de la dueña de la peluquería-puti (un poco de lío, no?).

  
Con todo este percal, el muchacho intenta cubrir a la moza, pero ella se hace un poco la estrecha. Para poder cumplir, le obliga a una locura sin precedentes: si tiene que amputar sus manos y ponerse las manos azules de su padre (¿¿?¿?), las cuales las tiene guardadas en un bote de huevos en salmuera.

El pobre chico rechaza la chance, pero le drogan para poder realizarle la operación. Nuevamente, el médico malandrín (tiene más puestos que un profesor universitario) es el encargado de la intervención, pero como ve una locura el transplante de manos que pide la mulata, pinta las manos del muchacho de azul para que parezcan las del padre difunto.


Con las nuevas manos, el mozo al menos ve la oportunidad de tener mambo horizontal con la prota, pero ésta le obliga a una cosa más: tiene que matar a la madre de ella y a su novio, ya que les considera los culpables de la muerte de su padre (rizando el rizo).

Y… . Vale ya de contar el argumento porque sería chafar la película (y liaros todavía más). Añadir como mucho que hay más enamoramientos de por medio, muertes de chiste, un padre aprovechado y un final muy buñueliano.

Del dúo protagonista comentar que están los más para allá que para acá. El prota es un enamoradizo, que le toman el pelo constantemente, lo que termina convirtiéndole en una autentica máquina de matar. Y la mulata es una pájara de aquí a Lima. No solo putea al muchacho dejándole a pan y agua, sino que le controla porque siente celos que el resto de las lumis de la peluquería le echen los trastos.

Acerca de los secundarios simplemente apuntar que podrían haber salido todos de una película sobre la movida madrileña, porque tela marinera las pintas que tienen y lo tronados que también están.


Ahora imaginar todo esto rodado como si fuera una película de 1915. Con musiquilla de piano ratonera y la imagen un tanto borrosa. También destacan esos momentos en los que el director utiliza tintes azules para los momentos en los que las manos entran en acción. ¿Es posible que todos estos elementos puedan darse en una película grabada en 2003?. Pues si, y además al cabroncete de Maddin el resultado final le queda muy digno.

 
Tengo que avisar que esta película, o cualquiera de su director, hay que verla sabiendo a lo que uno se enfrenta. Visionar este film sin ningún tipo de conocimiento previo sobre el mismo, puede derivar a pensamientos tales como “¿pero que puta mierda es esta?”, o “¿cómo permite la ley grabar cosas así?”. Reitero la idea del principio: es una película fuera de todo convencionalismo, y el director ha grabado lo que le ha salido del mismísimo miembro. 

Sin embargo, yo reconozco la valía de su esfuerzo. Primero porque hay que tenerlos muy cuadrados para hacer lo que él hace (y sobre todo cuando tiene que presentar la idea al productor para pedir la pasta), y segundo porque demuestra que existe un cine paralelo a lo que todo el mundo conoce.

Por lo tanto, disfrutar de la filmina, amigos. Si tenéis los suficientes huevos, claro está.

sábado, 12 de marzo de 2011

SUSPENSE (THE INNOCENTS)



¿Nunca os ha pasado que, viendo una película, os van llegando a la memoria recuerdos vagos de escenas de otras anteriormente vistas?. ¿Y nunca os ha pasado que a mitad del metraje tenéis que sentenciar de manera contundente “pero si el cabrón aquel ha copiado este film palmo a palmo!!”?

Este regustete es el que se me queda cuando pienso en Los otros una vez visionada la película que nos atañe. Y con ello aparecen nuevas notas mentales: que las historias de miedo con mujer puritana y niños cabroncetes en época victoria son más viejas que mear en una pared, y que se necesitan urgentemente nuevas ideas para revitalizar un género como es el de fantasmas, el cual está ya más manido que las concursantes de Hombres, Mujeres y Viceversa. Quede constancia que no es mi intención quitarle ningún merito a la película de Alejandro Amenábar, pero está claro que, bajo mi humilde opinión, queda rebajado considerablemente el impacto por novedad que tuvo en su día.

Suspense, o más conocida como The innocents (¿Por qué seguimos teniendo las peores traducciones del mundo mundial?), ve la luz en 1961. En principio, nos disponemos a ver una película de fantasmas y problemas no resueltos dentro del seno familiar (hasta en las mejores familias pasa, oiga).
Como gran gancho tenemos a una actriz como la copa de un pino llamada Deborah Kerr, la cual, sin menospreciar al resto del reparto (que son cuatro y el de la guitarra), se come cada escena en la que sale con papas. 


Es muy difícil mostrar diferentes estados de ánimo de una manera creíble con mínimos cambios faciales. Pasar del amor a la paranoia y de allí a la compasión en pocos minutos, como si verdaderamente estuviera viviendo esa situación. Pues lo consigue!, y además nosotros pasamos por el aro, y la creemos sin rechistar. No se si la película hubiera sido igual sin ella, pero dentro de mi desconocimiento de actrices de la época, me parece una decisión muy acertada que interpretará el papel protagonista.

Vayamos al grano entonces!. Como he dicho antes, esto se trata de un flim de fantasmas, y la cosa no puede empezar más sugerente. Antes de nada, sobre un negro absoluto, escuchamos esta tonadilla que da paso a las primeras imágenes:


Ahora tener huevos a admitir que no os ha dado algo de yuyu!!. Sólo con esto ya empiezas a barruntar en el sofá que, pase lo que pase, esa niña cantarina va a hacer algo muy malo.

Toda la historia comienza con que un lord londinense quiere contratar a una institutriz para sus dos sobrinos, los cuales viven en una mansión (que choza, señores, pero que choza!!) en la zona de Bly. Por lo que se ve, la anterior “trabajadora social” murió en extrañas circunstancias hace dos meses (si, si…). A la sustituta se le concede toda la potestad sobre los niños, pero sólo con la condición que jamás llame al señor para molestarle.
Vamos, que el cabronías lo que quería era buscar a una super nani para mantener a raya a las fieras, mientras él se dedicaba a disfrutar de los entresijos de la ciudad y a dejarse los cuartos en partidas de poker descubierto.
Finalmente, Miss Giddens (Deborah Kerr) acepta el puesto de institutriz y parte para la villa. Miss Giddens, aunque algo nerviosa al tratarse de su primer trabajo, marcha a Bly con la convicción de hacer un buen trabajo con los niños. ¿Nos hemos olvidado comentar que la institutriz es hija de pastor protestante y más puritana que una monja de clausura?. Una de topicazo, por favorrrrrrr… .

Cuando llega a la mansión, sólo se encuentra Flora, la sobrina, ya que su hermano Miles está en el internado hasta final de trimestre. También conviven bajo el mismo techo el ama de llaves, una cocinera y el jardinero. Vamos, que los jodidos pequeñuelos vivían como dios. Es en estos primeros días cuando Mss Giddens empieza a preguntar sobre la muerte de la anterior institutriz, pero la ama de llaves le da largas cada vez que lo intenta.

Suddenly, llega una carta a la casa anunciando que el pequeño Miles ha sido expulsado amistosamente del internado. Se ve que quería quemar a más de un profesor. 
Obviamente todos se preguntan cómo puede pasar eso, si Miles es un cielo de niño. Si, claro, y Flora parece una niña dulce y delicada, pero nosotros sabemos que en el fondo es más mala que el sebo de rata.



Y por fin tenemos a todos juntitos en la casa, como a una verdadera familia. Y es aquí cuando comienza todo lo bueno. Poco a poco, la joven institutriz va viendo y sintiendo cosas fuera de lo común. Cosas que le van sumiendo en una profunda y desquiciante locura, donde no podrá discernir si vive una realidad o una pesadilla. Y ahí, siempre de fondo, los mismos factores: la choza victoriana, los repelentes infantes y la difunta institutriz.

Con la verdad por delante, hay que decir que no es un film de miedo al uso. Ni siquiera hay sustos de verdad. Pero juro por mis muelas que no estaba tan tenso viendo una película desde hace mucho tiempo. Todo es desquiciante: los niños hijoputas (cuando dice mi padre lo que vale una hostia a tiempo, que razón tiene el hombre), la historia de la antigua institutriz, e incluso el escenario dónde nos encontramos.

Y como catalizador de todo ellos, tenemos a la señora Deborah Kerr, que nos hace sentir todo lo que ella está sintiendo en la pantalla. Nos transmite toda su locura y desesperación de no entender la situación. Y cuando por fin lo entiende, también nos hace cómplices de la única solución posible a todo este lío.



El montaje de la película esta en concordancia a lo  qué se  pretende transmitir. Esas escenas de imágenes superpuestas nos permiten introducirnos en la desquiciada mente de la institutriz. Podemos viajar con ella a la locura. Además, el blanco y negro de la película le da un plus de tensión a las escenas nocturnas. No creo que el resplandor de las velas quedara igual de impactante con color.

Y sobre todo, me gustaría destacar el enfoque utilizado para tratar el tema de los fantasmas En el 95% de los casos, cuando nos encontramos con estas películas, al final siempre hablamos de ánimas atrapadas en casas abandonadas, muertes horribles y venganzas peores, etc… . The innocents nos quiere dar otra opción. La opción de que los monstruos y fantasmas somos nosotros, que surgen de lo aprendido y de lo que proyectamos en el día a día. Y que es peor tener esto que a un espíritu moribundo en tu casa.

Recomiendo el visionado de esta película sin lugar a dudas. Como muestra de toda la filmina, me quedo con la escena en que Miles y Miss Giddens se encuentran solos en una habitación, calentándose en la chimenea. Y cómo, de manera desquiciante, Miles (recordamos que es un niño de unos 10 años) tratar de seducir a su institutriz, poniendo una jeta que da un repelús tremendo.


Eso es todo. Si os he convencido, ya os la estáis descargando para poder disfrutar de esta película. Buen finde a todos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

EL PLANETA PROHIBIDO (FORBIDDEN PLANET)



Planeta Prohibido (1956) es el reflejo perfecto de la idea que tenemos sobre las películas de ciencia ficción realizadas hace medio siglo: astronaves que se sostienen por hilos, rayos láser de palo, fondos de cartón piedra de colores que dañan a los ojos, … . Vamos, cine chusco con mayúsculas.

Sin embargo, he terminado más que contento después de ver esta pequeña maravilla. No solo porque me encantan todas las “cutreces” anteriormente mencionadas, sino porque considero que es una película que tiene todo el sentido del mundo hoy en día. Tiene tanto sentido como que la mitad de las películas de viajes espaciales rodadas desde entonces tienen unas premisas más que parecidas. Los efectos especiales evolucionarán, pero el mal fario de lo que te puede pasar en un planeta “forano” será siempre el mismo.

 La historia es muy simple. Un grupo de soldados de la unión “losestadosunidostodossomosuno” es enviado al planeta Altair para saber qué le pasó a una expedición enviada 20 años antes. A punto de llegar al destino, logran contactar con un hombre que se hace llama Dr. Edward Morbius, el cual les sugiere que se den media vuelta, que en el tresillo de sus casas estarán mejor. Obviamente, los aguerridos militares hacen oídos sordos y aterrizan en el planeta. Una vez allí, el comandante John J. Adams (Leslie Nielsen) y sus compinches conocerán al doctor, a su pizpireta hija y al robot más molón de la historia del cine. Todos juntos tratarán de descubrir que horrores sucedieron allí hace 20 años. 



Cómo veis, nada nuevo bajo el sol. He leído en muchas websites que esta película está basada en La tempestad, de William Shakespeare. Por supuesto, no me he leído el libro, y ni ganas hay por el momento. Así que directamente expondré todas las cosas que me han venido a la cabeza con esta película, sin tener en cuenta ningún tipo de rigor.


Lo siento. Lo siento de verdad, pero no puedo imaginar a Leslie Nielsen en otro papel que no sea el de mi bienamado Frank Drebin. Pero si no tiene canas!!!. Después de muchos años como el rey de la comedia absurda, me lo encuentro en el papel de héroe espacial. Ese porte, ese saber estar,…, hace que no me crea demasiado la interpretación.
Tiene gracia poner una cara conocida en un rol distinto al habitual, pero esta vez solo puedo imaginar al teniente más estúpido de la historia del cine. Estás todo el rato esperando a que choque la camioneta de reconocimiento con la casa del doctor o que consiga que una langosta le agarre una teta a la hija. Debió ser uno de sus primeros papeles como prota, y la verdad es que cumple con su cometido, pero ahí se queda. Gracias a Dios, luego cambió su rumbo y se encumbro como uno de mis cómicos favoritos.



Hablar de la hija es otro cantar. Estamos en 1956, y te imaginas un poco la censura de la época. Además, los efectos especiales de la film corrían a cargo de Walt Disney, y conociendo su poder, el posible puritanismo ganaba enteros.
Sin embargo, es de agradecer con qué alegría la  joven Anne Francis va enseñando garrilla durante el metraje. Incluso, en mitad del film, decide ponerse un vestido largo para agradar el virginal capitán, ya que éste se  queja formalmente sobre la vestimenta de la chiquilla (parece que la tropa andaba revuelta). Vestido largo, por cierto, qué es más erótico que otra cosa.
La pobre muchacha no ha visto a un hombre en su vida, así que os podéis imaginar como acoge la noticia de que en su planeta han aterrizado un grupo de hombres fornidos, los cuales no han tocado mujer en un año largo.
El papel de niña tonta le viene como anillo al dedo y aporta ese golpe de sensualidad que todo el mundo espera de la única fémina en escena.

Y por fin llegamos al auténtico crack de toda la historia. ROBBY EL ROBOT acaba de ganarse un hueco en mi corazón. Hasta ahora, cuando escuchaba “robot” me venían a la memoria engendros mecánicos sin sentimientos como “Chuache” Terminator, “come potitos” Robocop, o replicantes varios.
Ahora no. Todo ello cambió con la aparición de Robby. ¿Cómo no voy a tener cariño por un ser que lava, cocina, clona comida, hace de segurata en la casa, tiene conocimientos de Prêt-à-porte, y hace destilaciones ilegales?. Es el concepto de un nuevo dios!.
Su apariencia está entre el primo de Michelin y una vaporetta antigua. Es realmente el ideal de robot chusco de películas de bajo presupuesto. Te imaginas perfectamente lo mal que lo tiene que estar pasando el pobre mandado que tiene que estar dentro de semejante losa de traje. 

Sin embargo, Robby el robot fue uno de los grandes artífices del éxito de esta película. Simplemente hay que buscar en internet para ver cómo se le recuerda todavía hoy en día: los simpson, futurama, twilight zone,…, si hasta debió salir en los Oscar!!!!. Han sido varios los guiños hacía esta figura.
Es de entender que su éxito no estuviera basado en la perfección con que interpretó el papel, sino en lo novedoso que era para la época. Y que coño!, porque caía bien. Estoy seguro que todas las amas de casas de Texas querían tener este embrión de Thermomix en su hogar.
Queda grabado a fuego en mi memoria, la escena entre Robby y el cocinero borrachín de los militares, el cual le pide 8 hectolitros de whisky barato para poder cocinar (tócate los cojones, Mari Loles). Para enmarcar. 



La película es muy digna de ver. Estoy convencido que si hacen en breves un remake de la misma (ya existen las noticias de ello), petaría los cines, puesto que la historia es bastante atrayente.
Sin embargo, permitirme que me quede con mis efectos chuscos y las pinturas de fondo “made in Walt Disney”. No se por qué, pero me hacen más gracia.

Por todo esto y más, os recomiendo que os la visionéis. Pasaréis un buen rato como yo. Podréis ver a una muchacha que tiene como amigos a un cervatillo y a un ligre; a una tripulación de militares a los que se la cuelan varias veces; a fuerzas sobrenaturales que van más allá del bien y del mal, y sobre todo a un robot más majo que las pesetas rubias. Mezclen todo esto y obtendrán uno de los auténticos clásicos de la Sci-fi.

martes, 8 de marzo de 2011

PARECE QUE EL INVENTO COMIENZA A ANDAR...

Ni me acuerdo desde hace cuanto tiempo la idea de crear un blog rondaba por mi cabeza. Ya sea por una razón estúpida o por otra más estúpida, nunca me decidía a ponerlo en marcha.

Pero se acabó!. A partir de ahora, escribiré todas esas chorradas relacionadas con el cine que siempre he querido contar. Será un espacio donde se podrá hablar de filmes "gafapastiles" qué solo el menda podría tragarse, y también de ese maravilloso cine de "teta y mamporrazo" qué tan buenos ratos nos ha dado a lo largo de los años.

Todo ello aderezado con noticias varias y listas absurdas que vayan cayendo. Pero sobre todo, con un estilo literario bastante comparable a un niño de parvulario. Ni que decir que la preocupación por eso será casi nula. Lo único que pretenderé será pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quién lea esta paranoia.

Simplemente pasen y disfruten. Poco más puedo añadir.